A Zhang Yimou le estaré eternamente agradecido por haber sido el responsable de una de las películas de mi vida, El camino a casa. Al cineasta se le guarda todo su merecido respeto por una década de los 90 repleta de obras maestras con su firma. ¡Vivir!, si bien en mi opinión se queda al borde de esta consideración, consigue reflejar la condición humana en todas sus dimensiones y dentro de un periodo histórico tan determinante como la segunda mitad del siglo XX en China. La película es ambiciosa en su retrato de la familia, sincero y conmovedor sin estruendos efectistas.
Drama