Una película es «más cine» cuando interpela sin dar respuestas, cuando no cierra el círculo y deja al espectador con más preguntas que cuando empezó a verla. Si bien Sweat se ve lastrado por ciertos tiempos muertos, Magnus von Horn, su director y guionista, prefiere dar pinceladas antes que sobrecargar sobre una temática que sin duda tiene muchas más posibilidades, dotando de más elegancia que explicitud al conjunto. Me gusta Sweat porque me deja pensando sobre ella, en su crítica devastadora acerca de la realidad que vivimos en este primer mundo tan volátil y esclavo de likes y felicidades forzadas.
Drama