Ridley Scott, que en 2021 nos entregó esta y La casa Gucci, rodó a sus 83 años una película de época que recuerda a lo mejor que nos ha entregado en este género (mención especial a Gladiator). En El último duelo, Scott juega con los puntos de vista al estilo Rashōmon, aunque hipotecando el ritmo de la narración por su confianza en este recurso. No obstante, la película respira verosimilitud, los arcos de los personajes resultan creíbles y las espectaculares escenas de acción mantienen al espectador pegado al asiento. No es lo mejor del realizador inglés, pero sin duda entretiene.
Drama