La segunda película como directora de Sarah Polley (tras Lejos de ella, en 2005) adapta la novela homónima de Miriam Toews, basada en un hecho real acaecido en una comunidad menonita. Este contexto sirve para desnudar la película de ropajes sociales o históricos y quedarse en la esencia, aunque la premisa pierde cierto fuelle con su desarrollo. Aun con esto, y perdiéndonos una potencial subtrama con el personaje de Frances McDormand que habría dado mucho de sí, las interpretaciones tienen la suficiente fuerza para hacer llegar un mensaje que nunca perderá su relevancia en un mundo que olvida demasiado rápido.
Drama