Empiezo a percibir cierta sobreabundancia de películas-reportaje que parecen más enfocadas en el realismo que en la trama. Que no se me malinterprete, este recurso suma cuando sirve a la historia que cuenta, y en How to have sex el compromiso de todos los actores es total por contribuir a esa apariencia de improvisación. Esto es, con diferencia, lo más interesante de esta película, aunque el problema viene cuando su argumento es tan tenue que se diluye entre tanto verismo. Y es que lo que cuenta podría haber funcionado en un cortometraje o entrega de reality show manteniendo su impacto.
Drama