El tristemente desaparecido Alan Parker dejó algunas de las películas más comentadas de los años ochenta, como la estupenda El corazón del ángel, la conocida Fama y, por supuesto, esta Arde Mississippi. De relevancia cíclica por culpa de un estigma que nunca cicatriza, Arde Mississippi es una denuncia contra el racismo de gran hondura, en la línea de otros nada complacientes exponentes, como American History X o Detroit. Como en estos filmes, el de Parker no juzga porque sabe que la realidad es una compleja gama de grises de la que muchos, demasiados, solo se empeñan en buscar soluciones fáciles.
Drama