El título ya lo anunciaba. La película de Steven Soderbergh para HBO se nota a leguas que está hecha con la sabiduría de un veterano, pero cae pronto en el aburrimiento por esa redundante verborrea que acusan sus protagonistas. Viejos rencores y una leve historia de amor que nunca arranca se dan cita en un crucero que acapara casi todo transcurso de la narración. Ni la agradecida presencia de Meryl Streep ni la sorprendente (por lejana a su estilo) banda sonora de Thomas Newman evitan el naufragio de la película de un cineasta que, espero, vuelva a brillar algún día.
Drama