La segunda parte de una de las películas más originales de la pasada década juega con una gran baza a su favor: si la anterior era un salto al vacío, jugándosela convirtiendo conceptos abstractos en luz, color y acción con gran acierto, Del revés 2 repite la fórmula yendo sobre seguro y ampliando lo existente. Su gran mérito, sin embargo, es evitar el desbarre y concentrarse en una trama concreta para desplegar sus ideas: nuevos personajes y nuevas metáforas que ahondan en la tesis psicológica sin perder de vista el ritmo ni un segundo. Que habrá más partes ni cotiza.
Fantasía