Ridley Scott vuelve a glosar las aventuras y desventuras de un apellido famoso. Esta vez es el de Gucci, familia asentada en las esferas del poder de Italia y creadora de un imperio del que algunos quisieron aprovecharse. La película diluye su trama en una duración excesiva y entregada a su lujosa puesta en escena y a unas actuaciones sólidas a veces, como son las de Driver, Pacino o Irons, pero a menudo bordeando el histrionismo más irritante, como es el caso de Letho. No pasará a la historia en la filmografía de un cineasta que ha conocido tiempos mejores.
Drama
[…] Scott, que en 2021 nos entregó esta y La casa Gucci, rodó a sus 83 años una película de época que recuerda a lo mejor que nos ha entregado en este […]