Siempre acudo con interés a cada una de las películas de Hirokazu Koreeda desde Nadie sabe, aunque su trayectoria empezara años antes. Esta vez abandona su Japón natal para rodar en Francia, como ya hiciera su colega Kurosawa tres años antes con Daguerrotipo. Se dice que fue empeño de Catherine Deneuve, quien deseaba trabajar con el japonés. Fruto de ello es La verdad, una película en la que vuelven sus temas recurrentes con la familia como eje vertebrador en una puesta en abismo con algunas arritmias que lastran el conjunto, como pareciendo no querer molestar demasiado a su lujoso reparto.
Drama