En Madres paralelas se dan cita dos tramas que habrían dado mucho más de sí de haber ahondado en sus semejanzas. La película parece meter con calzador una de esas historias sobre el drama que vivió España, quiero pensar que sin intención política, hasta ese final que funde a negro de forma súbita, como diciendo «lo siento, no puedo ir a más». Una pena, porque en la película percibo, como siempre en el cine de Almodóvar, el deseo de cada miembro del equipo técnico y artístico de darlo todo por quien dirige, y su historia principal, aunque trillada, me engancha.
Drama