Que el planteamiento de la trilogía de secuelas ideada por Disney basada en la explotación de la nostalgia ha sido una estrategia fallida es algo que ya pocos dudan. Aunque la saga ha recibido un conjunto de películas bien interpretadas y con un apartado técnico deslumbrante y sin grandes estridencias (bendito progreso tecnológico), esta extraña hibridación de remakes actualizados a los nuevos tiempos no deja lugar a la sorpresa. El culmen es este Ascenso de Skywalker, que blinda Star Wars ante cualquier intento de continuación pecando de un buenismo que no se acaba de entender y un fan service excesivo.
Fantasía