Lo que diferencia a Tenet de otras películas de Christopher Nolan con las que se ha comparado, Memento y Origen, es que en aquellas, el aparente desorden tenía un sentido que había que desentrañar, mientras que en Tenet, desde casi el primer minuto notaba que, aunque su línea argumental es clara, esta vez ha habido un lío tremendo que sólo su montadora, Jennifer Lamen, ha logrado salvar como buenamente ha podido. Tenet parte de una premisa potentísima (habrá secuelas, seguro) y como divertimento funciona como un reloj, pero su confusa sucesión de acontecimientos, más que cautivar, puede despertar demasiados rechazos.
Acción