Que Guy Ritchie es un cineasta saturado de trabajo es algo que podemos comprobar viendo la separación en el tiempo de sus últimos trabajos, aunque nadie esperaba que su primera incursión en el terreno bélico llegara tan pronto. Aunque le agradezco el pulso a The Covenant, una de las marcas de la casa del director británico, la película acusa muchos de los tics que hace que no acabe de entrar en su cine. Los momentos de tensión podrían haber sido mejor resueltos y algunos golpes de montaje rozan la frivolidad. Este proyecto en manos de un Villeneuve habría sido dinamita.
Acción