John Krasinski, nuestro querido Jim de The Office, sorprendió a todos en 2018 con una propuesta de terror que rompía moldes por su uso del sonido. El pasado año llegó la segunda parte, prosiguiendo con la huida de los protagonistas de unos misteriosos bichos sensibles al ruido. Con uno de los arranques más memorables de los últimos años, la película no da tregua y siempre elige el camino más corto para buscar el suspense, con un tono seco y un buen uso del ritmo. Desconcertará a quienes esperaban otra segunda parte de industria hollywoodiense, pero, claro, su impacto es menor.
Terror