No sé qué sensaciones provoca la cocaína, pero estoy seguro de que debe de ser algo cercano a lo que he sentido después de ver Uncut Gems. Si el cine no son emociones tan puras como este trallazo al sistema nervioso, ¿qué es? Manual de instrucciones para la hecatombe personal, esta maravilla de los hermanos Safdie, ninguneada (otra vez) por los premios mainstream, no deja ni un segundo de respiro. Un cruce imposible entre Teniente corrupto y Punch-drunk love con un Adam Sandler perfecto y una banda sonora, del grandísimo Daniel Lopatin, que va a su puñetera bola. Y funciona.
Drama
Que buen opinión Pedro, es una completa verdad. Sin respeto, y final inesperado. Genial Pedro como siempre.
[…] hablábamos sobre la posterior película de los Safdie, Uncut Gems, como un cocaínico desfile de momentazos que ilustraban una espiral de autodestrucción […]