El contrasentido de observar a unos adorables ositos siendo horriblemente descuartizados no termina ahí. La fábula le sirve al español Alberto Vázquez para exponer, con aroma de ensayo y un profundo sentido metafórico, las motivaciones que llevan a construir el relato belicista y desatar nuestro lado más salvaje. Es precisamente esta naturaleza ensayística la que hace que la película frene su acción a veces, pero despertará conciencias y reflexiones sobre el sinsentido de la guerra. Aunque corra el riesgo de no ser tomada en serio por ser «otra película de dibujos», casi se padece más que se disfruta, pero convence.
Acción